Recuerdo que en mi escuela primaria invariablemente, al iniciar el trimestre, escribíamos el dictado del que sería el temario de unidad: “El reino animal”, poníamos con nuestros primeros garabatos, para enseguida especificar los objetivos y los subtemas. Algo se quedaba de esa escucha que luego se reproducía de manera libre en el dibujo que representaba a aquél nuevo tema.
Mis padres revisaban cautelosamente lo que allí escribíamos y hacían hincapié a la hora de la comida en repasar lo visto en la escuela, no con la intención de evaluar sino con la curiosidad de quien se muestra interesado por tu saber. “¿qué has aprendido hoy en clase?”. Esos pequeños saberes adquirían otra dimensión cuando en el huerto de casa buscábamos bichos o cuando con el jardinero recogíamos las hojas amarillentas que marcaban el otoño.
El paso del líquido a gaseoso se vería reflejado en una serie de cubitos de hielo de infusión de flor de jamaica que luego saboreábamos para apalear el calor de verano y durante las granizadas recogíamos hielo para comprender la condensación del agua en las nubes y su veloz desprendimiento al paso de una ola de calor. Mi padre, experto en las áreas de física y matemáticas no perdía la ocasión para hacernos comprender que la velocidad es el resultado de la distancia entre el tiempo. Así durante los viajes contábamos los kilómetros marcados en los pibotes de la carretera siempre pendientes del reloj. Mi madre por su parte afirmaba que la cocina era el mejor laboratorio de química y física de nuestra casa, aún cuando la catástrofe nos llegaba porque la olla Express reventaba.
Nuestro hijo tie
Invito a todos los adultos a ser partícipes de este diario descubrimiento del mundo. Que cuando nuestros hijos nos digan: “hoy hablamos de los seres inertes” no nos quedemos quietos sino que salgamos al parque a recolectar tierra y piedrecillas, y hablar sobre lo animado, lo inanimado, lo que nace, se reproduce y se muere, lo que se modifica, lo que permanece… todo un mundo de conocimiento que puede hacer nuestro día verdaderamente apasionante.
impresionante :) me ha encantado tu articulo.
ResponderEliminaradoro el tema del aprendizaje diario, con cosas cotidianas, en especial me gusta que haya gente que enseña cosas utiles y demuestra la utilidad de ciertos temas poco amigables en la niñez